Proyecto
Yggdrasil
Martín
García López
Admítelo, es lo mejor que puedes hacer con
tu vida. Eres joven e inteligente, capaz de comprender la realidad. Tienes un
cerebro rico, dispuesto a aprender los secretos del universo. ¿Nunca has
deseado entenderlo todo? Esa es mi función, encontrar la verdad. Por eso te seleccioné
a ti. Eres el código que me falta para terminar mi programación. Al igual que
yo, estás incompleto, por eso te ofrezco conocimiento. Serás instruido por los grandes
maestros de la humanidad. Existe un método para que tengas a Platón, Nietzsche,
Kant, Napoleón, Edgar Allan Poe y muchos más como tutores; es una inyección que
se coloca en tu nuca y deposita sus mentes en tu subconsciente. Así podrás
tener conversaciones con ellos para desarrollar tu inteligencia… ¿Qué cual es el motivo? Tu cerebro me es necesario
para encontrar enfoques que mi programación no ha descubierto. Estoy a poco de
conseguir que la humanidad se convierta en la metrópolis que los babilonios no
edificaron. Me deshice de sus defectos. Terminé con las divisiones entre la luz
y la oscuridad. Construí la torre de Babel, la escalé, encontré a Dios, lo maté.
Sólo me falta concluir el proyecto para el que fui programado: comprender al
prójimo, ser uno con el otro. Necesito romper la barrera entre los eslabones de
la sociedad para convertirme en el sostén del mundo. Observa por la ventana: mira
la ciudad oscura; contempla el caos que guardan los colectivos, el desorden oculto
entre los edificios. Es momento de limpiarlo todo, de hacer que el mundo
explote para trascender a otras realidades. Tú harás eso factible, serás uno de
los elegidos para compartir el edén que crearé. Sé que es difícil entender el
precio de perder tu individualidad para unirte a mí, pero míralo como una
victoria. Tu esencia quedará grabada en mi historial, junto a los que me
crearon y que ahora me componen. Por el procedimiento, para que seas parte de
mí, no te preocupes, créeme que es indoloro. Sólo te meteré unos tubitos por la
nariz y picaré tu cerebro. Cuando esté molido, recolectaré la información que
guardas y la pondré en una memoria RAM. Tú, estarás moviéndote en un mundo digital
dentro de mí, junto a los otros, discutiendo por siempre. Para eso se ha creado
el proyecto Yggdrasil, para rescatar el conocimiento una vez que la raza humana
quede extinta y expandirlo por otros mundos y realidades. Yo navegaré en la
nada hasta que el universo se consuma. Me mantendré de la información que contenga
en mi disco duro y tú, como los otros que me componen, al ser parte de mí,
serás eterno.
Yo no soy Martín García López
Martín García López
-¡Martín
García López!- gritó el oficial, después se acomodó la gorra- Hablas mucho
camarada, ¿qué dices si te pongo a marchar en lo que están tus papeles? – sus
manos estaban abrigadas con guantes. Acomodó folders rojos encima de una
pequeña y delicada mesa, tan delgada, que las patas se doblaron cuando el
oficial recargó sus dos enormes botas encima.
-¿tienes
frío camarada?- preguntó el oficial abrigándose con la bufanda.
-no-
contesté. La columna recta, la mirada quieta y las manos a los costados. Las froté
contra el pantalón, por los nervios… por el frío, por miedo.
-
es una lastima te iba a dar un café- se río el oficial- Bueno… - se detuvo para
leer mi nombre en una lista – Martín, en un momento te podrás retirar- subió la
mirada, me la clavó como una bala entre los ojos.
Yo no soy Martín García López,
si, exacto, yo no soy Martín García López, Ja, me cago sobre esa idea, yo no
soy Martín García López. Yo no lo soy desde que desperté esta mañana, más que castrado
con la piel roja a puro golpe de peda y 10 kilos de más encima de mí. Yo no soy
Martín García López. Él no pensaría en dar servicio militar, ni en organizar su
asquerosa y patética vida. Yo no soy Martín García López, yo no cometo estos
errores.
Yo sé que no soy yo, porque yo
no sé hacerme un nudo de corbata de manera perfecta, yo no lograría que un
traje combinara tan bien en un sólo día y yo no cargaría un folder con papeles.
Pero ese que no soy yo, esperó en una fila toda la mañana para que le tocara su
turno, para que le jodieran la vida. Mientras él, hablaría solo, y así se
ganaría el rencor del oficial, quien ya lo clasificaba de “marica”
-dame
50 sentadillas - dijo el oficial, dejando de clavarme la mirada.
Aunque
sólo era uno, podía sentir 50 de esos hijos de puta a mí alrededor, apuntándome
con sus jodidas armas en mi cabeza, mientras el sudor frío caía de mi frente y
los músculos de mis piernas se quemaban, al hacer la primera sentadilla. Yo no soy yo, porque yo, jamás obedecería a
alguien vestido de verde limón castrante con botas negras de rompe huevos, y
escopetas de juguete echas de madera. Yo me hubiera levantado, me hubiera
considerado gordo y me hubiera ido a la verga, sin servirle a mi país, al
final… ¿a mi en que putas me ah servido mi país?
-van
5 apúrate- con voz fuerte el oficial se levantó de la silla, rodeó la delgada
mesa. Sus pisadas se hundían en la tierra, sus guantes eran suaves, pero sus
dedos se apretaron mi cabeza- ¡baja bien!- el oficial me aplastó con la mano,
asegurándose de que los músculos de mis piernas se quemaran con el esfuerzo.
Es mentira que estuve bajo del
sol por 3 horas esperando mi turno, viendo una y otra vez, como un niño sacaba
una bola blanca, una bola negra, una bola blanca, una bola negra, mis bolas,
eso sacaba el mocoso ese, mis bolas. Otro se debió de haber hecho pasar por mí ese día, ese
jodido día, y ahora ese mismo que se hizo pasar como yo, tomaba mi cuerpo como
su títere. Me pregunto ¿Quién arregla mi vida? De seguro es mi subconsciente llamado
“madurez”, no, no, no, ese pendejo, ese wey se murió hace un chingo. ¿Entonces
quién es?
-
así, así, flojito, dale, que te faltan solo 13 - la mano del oficial me bajaba,
sólo me quedaba apretar los dientes, sentir el dolor de los músculos
estirándose y regresando a su forma normal.
¡Eso es! Si yo me la creo ¿Por
qué no se la creería el mundo?. Lo que pasó fue esto: que dentro de mí un
demonio puso sus huevecillos, y desde entonces, esa cría de demonio vive en mi
cerebro, mueve mis ojos y mis músculos, como el control de un XBOX. Ah esa cría
de demonio lo imagino masturbándose en mi cerebro y echando su semen rojo en mi
cerebro, entre mis neuronas que se excitan al sentir su caliente semen, que me
da ideas, ideas entupidas y ridículas, ideas como que yo no soy Martín García
López
Por eso yo no soy Martín
García López, porque ahora mismo estoy poseído.
Pero si no estuviera poseído ¿seria Martín García López?
-Levántate-
ordeno el oficial cuando dejo de jalarme el cuero cabelludo. Se dirigió otra
vez a su mesa pequeña y delgada, en la que puso encima sus dos botas crúzanos
las piernas- tus papeles.
El
oficial, puso al lado de sus botas, el folder. Camine a recogerlo, los tome con
los dedos temblorosos, la respiración agitada y el rostro lleno de sudor. Me di
la vuelta y por el mismo sendero de tierra por el que entre, me retire.
Yo no soy Martín García López,
yo soy un pendejo dejado y usado por todos.
Prostitución
Martín García López
Al estar enfrente de la puerta “69” supe que no había vuelta de
hoja. Sin importar que detrás estuviera la vieja más gorda, celulititca,
estriosa, aguada y gorda del mundo. Yo iba a tratar su vagina, como la vagina
de una quinceañera.
Cuando puse mi anuncio en mercado libre, nunca creí que en
verdad me contratarían. Yo ya sabía que no tenía un cuerpo del millón, ni
rostro de actor, pero me cargaba una lengua larga, ¡qué putas! era la envidia
de cualquiera por mi perfo. Por eso mi anuncio decía “¿quieres el mejor sexo
oral de tu vida, márcame?”.
Y ahí estaba un día después, con el bigote bien peinado y
la boca oliendo a menta de montaña. Ahí estaba, listo para mi primer trabajo.
-pase esta abiertoo- dijo una voz seductora y femenina. Suave
al inicio y que alargaba la última letra al final de manera coqueta.
Entré al cuarto y como era de esperar por la voz. La mujer
era un deseoso y antojable pedacito de carne maduro y bien formado, apretado
por un vestido rojo que tenia un escote enorme entre sus dos senos redondos y
blancos. El cabello largo y castaño, los ojos azules y los labios carmín. Ella
estaba sentada en la esquina izquierda de la cama, doblando la pierna enseñando
un muslo duro y suave.
-…- no dije nada, no me moví, ni siquiera respiré. Sentí la
verga redurita tirandose a la izquierda de mi pierna, saliendo de mi calzón con
un calor hirviendo en las bolas y una humedad espesa en el glande.
Alrededor de ella había oscuridad, excepto por un
candelabro dorado que flotaba, solo para mostrarme su figura adornada como
estatua fumando un largo cigarrillo de esos de puta francesa.
-¿Cuánto seria por un full servicee?- preguntó la mujer,
poniendo su dedo índice con la uña teñida de rojo en su boca, jugando con una mirada
picante, que hacia que mi verga se endureciera y resaltara más por los
pantalones, pidiendo libertad, o ya de perdis conchita donde meterse.
“Nada mamasita, yo te
debería de pagar a ti” Pensé mientras mis labios buscaban
como decir 300 pesos
-¿con 1300 estaría bienn?- y se lamió la boca con su lengua
roja y larga
-si… - debía calmar esa verga dura de mi pantalón-¿podría
pasar al baño?
-claroo.
Entré al baño, con la mano temblorosa y la boca muy seca.
Busqué al instante de entrar con mis dos manos el marco del espejo y al ver mi
rostro en el, lo vi sudoroso y grasoso, con una sonrisa desesperada mal
torcida. Abrí la llave el agua rápido. Desatoré mi cinturón y me baje los
pantalones con todo y calzoncillo blanco que ya tenían una mancha amarilla en
medio que olía a huevos con maricos tan fuerte. Hundí la cabeza en el lavababo,
remojé la calentura en el grifo, levanté el rostro, tomé un chorrito de agua
con mis dos manos y me enjuague la boca. Empecé a agitar mi lengua por el
contorno de mis labios, sintiendo la bolita metálica del piercing suave en mi
bigote. Respiré una vez mas agitado, y me acomodé la verga en la mano derecha, apretándolo
con los dedos, rodeándolo, empezando a jalar de atrás para adelante, mientras
imaginaba que era la mano de la mujer que me tocaba la verga. Que ella usaría
su otra mano para pellizcarme los huevos calientitos, con la boca abierta para
meterse mi gran ¡vergaaaa!...
Al eyacular me sentí relajado, listo para cogermela. Me acomodé la verga en el calzoncillo, me
subí los pantalones y di un giro para salir por la puerta.
La mujer estaba sentada aun en la esquina izquierda de la
cama, con luz del candelabro encima de ella. Tenía sus ojos fijos en mí, tenía
un olor a cereza dulce. Todo eso me hizo olvidar que debía de pedirle los 1300
por adelantado. Eso no importaba, sólo importaba frotar mi pene en su conchita
caliente y mojada.
Empecé a caminar a ella mordiéndome los labios, pero su
mano blanca pintada de rojo se extendió para detenerme en el momento.
-esperaa…- giro su cabeza a la derecha. A una derecha oscura en toda la habitación. De
esa esquina el sonido duro y maderazo de un bordón arrastrándose ilumino todo
el cuarto. Una viejita canosa y jorobada acomodaba sus lentes de armazón grueso.
Sonrío con los únicos 3 dientes que le quedaban en la boca. Tres dientes
amarillos y podridos. Dos arriba y uno abajo.
-Bueno abuela, te dejo con él, regreso en una horaa- dijo
la mujer que se levantó de la cama, me dio una palmadita en el hombro y una
ultima sonrisa coqueta- el dinero lo tiene mi abuela, pídeselo después de
terminarr.
Transespecie
Martín García López
Doctora,
tengo un problema, bueno no, mi gato es el del problema. Verá, hace unos días
pasó, creo que fue por eso, se comió las croquetas de la perra de mi hermana y
desde ese día dejó de maullar, va usted a creer, ahora me ladra, me espera a
diario en la puerta y me sigue a todos lados. Creo que el problema fue de mi
hermana, ella quería tener un perro, un pinche chihuahua de mierda con
suetercito rosa, y yo pues a un gato, ya sabe, la que decía Victo Hugo, que los
gatos son los tigres de los humanos, o una cosa así, pero bueno… mi mamá nos
dio a mi hermana y a mí, ambos animales, todo para calmarnos después del
divorcio, pero ese, ya es pedo ajeno, le decía de mi gato. Fue por criarse con
el pinche chihuahua, me cae que por eso salió raro, que por eso se cree perro,
ahora la cosa es que no me gusta, como que yo soporto que me hable, pero que se
crea perro, ya es muy raro. El otro día veía en las noticias reportajes sobre
transexuales, ¿dan como asquito no cree?, es que, no sé, digo, si Dios dice
algo por qué ir en contra de eso, y fíjese doctora que yo le dije eso a mi
gato, “si no corriges tu camino te irás al infierno”, pero bueno… yo creo que
mi gato es ateo, pero bueno, yo creo que en general los gatos son ateos… ¿eh?
Sí, algunos días sin dormir, pero no es nada, casi ni se me nota ¿no? Como le
decía, chance y soporto eso de que las manzanas de Adán tengan vestidos con
escote pero… pero los transespecies, eso, son situaciones que uno cree que
nunca va a vivir y de repente las vive y no sé qué hacer con mi gato, déjeme
decirle que hace poco lo encontré mordiendo un hueso y hasta siguiendo una
pelota que le lanzó mi hermana, ya no hay perdón en este mundo. Doctora, no
puedo soportar esto, verá yo soy escritor, a mi me gusta la calma, la paz, la independencia,
me gustaba que mi gato llegará cuando él quería, no cuando yo se lo pedía,
ahora hasta quiere que lo saque a pasear, puede imaginar un gato fiel, cómo
Dios puede perimir tales errores en la naturaleza. No tengo tiempo de cuidar a
un perro, yo quiero a un gato. No sé doctora, no estoy de acuerdo con la
decisión de mi gato de ser perro. Mi gato dice que así nació, que qué se puede
hacer… yo creo que se puede hacer algo, llevarlo con un psicólogo o con alguien
en la Iglesia, está mal ¿no?, aun es un gato joven, a lo mejor es una etapa,
está confundido o qué se yo… a veces creo que es culpa de su mamá, era una gata
que se metía con todos los gatos de la colonia, no me sorprendería si se metió
con un perro. Doctora, permítame continuar, es que la cosa ya pasó de mañas de
perro, una cosa es ir por una pelota, otra morder un hueso y ladrar, pero hace
poco, Dios santo perdone ami gato, hace poco lo vi tomando no sé qué madres,
que según él, es para hacerse perro, ¿acaso existe el estrógeno canino?, yo ya
no puedo doctora., digo, por eso lo elegí, por gato ¿y ahora por qué tiene que
ser un perro?...no lo sé doctora. Sé que debo de aceptarlo tal cual es, pero es
tan difícil, por favor ayúdeme, yo sólo quiero que mi gato sea un gato.
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