martes, 18 de diciembre de 2012

La Testadura, una literatura de paso no. 26: Miss Stump y otros relatos por Bastet.

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Rafflesia arnoldii

                                                “(...)el que no va a dejar opción a la duda o al rescate milagroso,
necesita una gran determinación y planea bien su muerte(...)”
 Pedro de Isla

            Y me preguntas de nuevo porqué huele a carne muerta... es simple, niño. De tantas veces que te lo he contado no se como es que lo olvidas; o será que te gusta escucharlo para poder imaginarlo a través de mis palabras, una y otra vez.

            Lo último que se supo de tu abuelo fue que salio a dar un paseo al jardín que colinda con el bosque, donde el límite entre la flora doméstica y la vegetación salvaje no se puede distinguir con facilidad, ahí donde las sombras se entrelazan con los aromas para crear un ambiente sofocante y dulzón, como los perfumes que usaba la abuela en vida, a quien tú no conociste. Siempre pensamos que esa era la razón por la que el abuelo gustaba tanto de ir a ese lugar, de perderse por horas en el ambiente fascinante donde evocaba a su fracción de alma que partió de su cuerpo antes que el resto.

            Tiempo antes de su desaparición, nos advirtió que conservaba un espacio libre de vegetación para colocar una planta muy especial y a la que esperaba con una gran inquietud. Nosotros rara vez visitábamos ese lugar debido a su contagiosa melancolía, pero un día nos pidió con especial atención que lo acompañáramos, para mostrarnos el sitio elegido. No sabíamos a qué planta se refería pero nos dio indicaciones de cómo cuidarla, y con cierta sensación de alejamiento anticipado, nos pidió que la dejáramos vivir en ese sitio, por más inconvenientes que representara. No tuvimos objeciones y la conversación sobre la nueva flor finalizó ahí.

            El abuelo siguió cuidando del jardín probablemente con más esmero e interés de lo que se cuidó a sí mismo. Las personas mayores suelen cuidar plantas porque siempre permanecen en su sitio y en lugares estratégicos, formando parte de su vida cotidiana y escapando así del olvido momentáneo o permanente. Ellos se contagian de tranquilidad y esperanza, pues los efectos de sus reducidos esfuerzos resultan placenteros a la vista, gratificándose en la belleza natural, esa que ellos han perdido.

            Como sabes, el abuelo estaba enfermo y fue empeorando, al punto en que tuvieron que amputarle partes de ambas piernas y por lo tanto debía utilizar una silla de ruedas. Al ver reducidos sus paseos por el jardín, su desapego por la vida fue en aumento. Una tarde, cuando quedaban pocos minutos de luz natural, nos comunicó el gran deseo que tenía de ver su jardín con esas tonalidades y lo fresco del momento. Lo llevamos hasta allí y al poco tiempo nos pidió que lo dejáramos solo. Caminamos de regreso unos minutos, entramos a casa y una hora después decidimos ir a buscarlo.

             A pesar de su condición médica, él ya no estaba ahí. La silla estaba justo en el lugar donde la colocamos, pero el cuerpo había desaparecido. Lo buscamos toda la noche y no logramos encontrarlo, examinamos el lugar al día siguiente y al que siguió a ese. Días enteros pasaron mientras diferentes grupos de personas nos turnábamos para entrar al bosque o continuar la búsqueda por los alrededores. Más que tristeza, cierta consternación con un poco de alivio nos embargaba. Pasó lo que nos había anticipado, se había ido.

            Fue muy extraño para los demás pero no para nosotros, su familia. Nuestro vínculo transmitía mucho más que palabras y a través de un olor fétido que surgió pocos días después de su desaparición y se apoderó de cierta parte del jardín, sabíamos que no nos había abandonado.

            El olor era hasta cierto punto soportable y pese a que jamás encontramos el cuerpo, oler las entrañas de un cadáver entre lo sublime de aquel lugar nos hacía dudar de la lógica. Finalmente lo encontramos, aquel olor provenía de un cuerpo que vivía; una nueva flor roja, inmensa, que ahora ocupaba el lugar reservado. Quizá no fue la mejor de las metamorfosis, pero un logro semejante no se había oído jamás en la tierra.

            Ahora él nos cuida desde su nueva estadía, desde ese lugar que no puede abandonar y donde se encuentra rodeado de todo aquello a lo que siempre amó, concibiendo un aroma peculiar que ninguna otra flor desprende y que forma una amalgama de esencia de muerte corporal con melancolía alusiva a la ascendencia. Y cuando éste, su nuevo ciclo, expire, el resto de su alma podrá huir y encontrará a su complemento que lo aguarda en el infinito, junto con los astros. Dime ahora, niño ¿crees lo mismo que nosotros?

Reminiscencia

“Todo nada, todo flota delante de mí cubierto con una espesa nube,
y yo me entro en ese caos de sueños, sonriendo.”
 Johann Wolfgang von Goethe

“Así es el enigma del corazón humano. Nunca he comprendido
cómo pudo abandonarme de aquella forma tan poco ceremoniosa,
sin tan siquiera  un adiós, sin siquiera mirar  atrás ni una sola vez.
Es un dolor que me parte el alma como un hacha.”
Yann Martell

            En días fatídicos como este es cuando regreso a ti a través de la memoria. Los recuerdos me rasguñan, me llaman, me persiguen y finalmente se manifiestan en sueños, donde me resulta imposible huir de ellos. Llevo varios minutos contemplando la última fotografía que nos tomaron juntos en aquel viaje repentino a Winnipeg, cuando aún ignoraba la verdadera razón de aquella excursión.
           
            Recuerdo muy bien tu súbita decisión aquel jueves por la tarde, cuando decidiste que viajaríamos al día siguiente a Winnipeg para ver la más reciente atracción de la ciudad durante ese invierno: una docena de caballos atrapados en un río congelado. Por alguna extraña razón, la idea te atraía sobremanera y es que en realidad era el origen de toda una significativa confabulación en tu mente para modificar el curso de tu vida, la cual no me incluía.
           
            Durante el viaje en auto, hablamos poco y el mal clima nos obligó a descansar un par de horas en un hostal algunos kilómetros antes de llegar a nuestro destino, donde bebimos un poco de café para reanimarnos y en algún momento me contaste sobre la filosofía oriental acerca de los caballos y el íntimo vínculo con el acontecimiento del que seriamos testigos. Aún recuerdo la escena: tu cara apacible y los labios moviéndose en armonía con las palabras que pronunciabas. Me dijiste que en oriente la figura del caballo representa los cinco sentidos del cuerpo humano y cómo a través de él creamos lazos con el plano existencial de lo físico o material en el mundo.

            Conocía de tu parte mística tan poco, que la mera idea de saber quien eras me parecía ya un hecho ficticio, y ese simple pero contundente suceso dio paso a una insurrección de sentimientos contradictorios en mí. Debí suponer que era el primer presagio de una catástrofe  que sería  terminante pero no inmediata.

            Cuando continuamos con el viaje, descubrí entonces el motivo por el cual la única canción que  escuchábamos una y otra vez era “Goodbye horses” de Q Lazzarus y pude interpretar el significado que envolvía la letra, para finalmente asociarlo con tu singular pasión al cantar específicamente la frase “Good-bye horses, I'm flying over you”.

            Finalmente, al llegar al sitio, tenías un entusiasmo poco común y súbitamente comenzaste a relatarme tu teoría sobre como los lazos que te unían con lo terrenal ahora estaban rotos debido a la muerte de esos caballos y que ahora estabas obligado a trascender esas limitaciones. Queriendo otorgar una razón lógica a mi fatídico futuro, argüí que algún conocido tuyo, sabiendo el tipo de inusitadas ideologías que tenías, cumplió con la misión de informarte sobre el suceso.

            Ya estando a pocos metros del incidente, nuestra sorpresa fue grande, pues a pesar de ser el nuevo suceso del lugar, había muy pocas personas cerca, así que avanzamos y pagamos una pequeña cuota para tomar fotografías. Era diferente a como lo habíamos imaginado, pues de los caballos sólo se podían ver sus cabezas. El infausto acontecimiento dio paso a un espectáculo mórbido rodeado por una atmósfera ominosa  que causaba cierto tipo de terror ancestral, pues tales caras de sufrimiento y desesperación en animales por naturaleza hermosos e imponentes causaba desconcierto, lo que hacia nacer en la mirada de cualquier testigo un sentimiento de culpa e incomodidad que los alejaba paulatinamente.

            Fue a través del guardia como nos enteramos de lo que realmente sucedió: a pocos kilómetros del rio, hacia el norte, había una pista de carreras en la que un granero se incendió hacía un par de días al anochecer, por lo que los caballos huyeron por instinto en dirección al río, sin reparar en que estaba congelado; y a pesar de que tenía una gruesa capa de hielo en la superficie, el peso y la fuerza de los caballos fue tal que lo rompieron y terminaron atascados en él quedando congelados a los pocos minutos, sólo con el cuello y la cabeza al aire, donde a través de sus facciones se podía observar el sufrimiento y la agonía por la que pasaron antes de morir. Por supuesto, la responsable de mantener semejante exhibición surrealista indemne, gracias a la baja temperatura, era la estación del año.

            Nuestros estados de ánimo eran por completo discordantes: mientras mis sentidos semejaban la atmósfera del momento estando abrumados y con cierto sentimiento de hastío y repudio hacia todo; tú estabas de lo más cómodo y feliz, incluso sonriendo, razón con la que hacías crecer el vacío que se había instalado en ese lugar de mi alma que te pertenecía, provocándome una apatía mortal.

            Fui presa de una ansiedad carroñera de la poca dicha que aún tenía y quise que nos marcháramos de inmediato. Entendí que no podía hacer nada más cuando aún con una sonrisa formidable, anunciaste que te quedabas por tiempo indefinido. Recuerdo que no aparté la vista de tu figura al alejarte en dirección al auto y volver con algunas de tus cosas, de las cuales, por cierto,  tampoco noté el momento en que las empacaste en casa. Haciendo uso de la poca razón que me quedaba y de un comportamiento maduro que escasamente se planta en mí, decidí no hacer pregunta alguna y despedirme con un beso en la mejilla.

            Quizá si me hubiera expresado y te hubiera retenido un poco más las cosas no hubieran resultado de este modo. Pero tampoco hubieras sido feliz, pues a pesar de lo bien que ocultabas tu disconformidad, siempre quedaba un rescoldo en tu rabillo del ojo y tu espalda indicándome que algo no andaba bien.

            Finalmente, pude aceptar que esos caballos significaban para ti una especie de representación apocalíptica a través de la cual llegó un mensaje de cambio inminente en tu vida. Regresé sola a Calgary y te esperé una, dos, tres semanas que se convirtieron en uno, dos, tres meses que por último, se acumularon hasta formar un año, antes de verte de nuevo.

            Y fue exactamente un año después que se repitió la historia en el río congelado, pero esta vez sólo hubo una muerte: la tuya. Vaya coincidencia fatídica de la vida, que queriendo recordarme, te uniste a mi memoria hasta el fin de mis días. Lo que tú tampoco supiste es que pude ser la culpable de tu partida, pues uno de mis deseos inconscientes fue que desaparecieras en aquel sitio, gracias al cual, en aquella visita juntos, asimilé la obsesión de la naturaleza humana por  lo subrepticio.

            Cuando te volví a ver, te encontrabas en un lustroso ataúd y te sentí tan cercano, que en un impulso afectivo no pude más que abrazarte, y estabas tan frío como los pequeños copos que caían afuera y se instalaban cómodamente en la pequeña jardinera debajo de la ventana.

            Todos necesitamos tener pequeños y quizá insignificantes secretos, y lo que no te dije aquel día era que habías dejado al descubierto que estábamos en diferentes planos existenciales, por más que compartiéramos los terrenales. Y lo que tu no supiste y tampoco pudiste ver en mis ojos es aquello que jamás plasme en papel o por cualquier otro lenguaje, y fue que desde hacia un tiempo te sabía perdido en una desesperanza atemporal que habías ocultado y seguirías ocultando hasta la perfección antes y aún después de mí.

            Ahora sólo eres una voz que se difumina y se pierde cada vez más y el sólo hecho de pensarte en el olvido me abruma por completo. Por eso todas las noches voy a encontrarte a la  habitación sin luz, donde te veré en sueños y seras eternidad durante mi existencia, donde aún puedo encontrar una leve reminiscencia de lo que alguna vez fuiste.


MISS  STUMP
por Bastet
El certamen de belleza alternativa “Miss Stump” se complace en anunciar la apertura de su convocatoria para el año 2012.

I

Bases del concurso:

             Podrán participar las personas de género femenino nacidas entre 1985 y 1993, cumpliendo ya con la mayoría de edad al momento de enviar sus documentos.
             Cualquier nacionalidad es aceptada, dado que esta es un certamen de carácter universal.
             La concursante deberá ser de complexión esbelta* y grácil; dotada, además, de una belleza particular en el rostro.
             Debido a la existencia de nuestras diversas categorías, se recomienda realizar un análisis previo para poder escoger la categoría adecuada en la que se participará y deberá ser anotada en una hoja anexada al portafolio personal, de tal manera que se pueda agilizar el papeleo en las oficinas.**
             Sólo podrán participar mujeres con mutilaciones físicas exteriores (visibles).
             El motivo de las mutilaciones (naturales o autoinfringidas) debe ser especificado al reverso de las fotografías anexadas en el portafolio personal solicitado.
             El portafolio deberá ser enviado en el transcurso del mes de octubre, teniendo como fecha límite el día 2 de noviembre.

* Debido a las alteraciones corporales, no existe una medida en cuanto a centímetros o kilogramos máxima o mínima requerida.
** Las categorías están especificadas en el anexo I.

Portafolio personal:

             Compuesto por ID, 5 fotografías de cuerpo (in)completo (incluyendo un desnudo cuidado y profesional) 5 fotografías del rostro, de diversos ángulos y distancias, sin retoque.
             Añadir por escrito, por lo menos en una cuartilla, las razones por las que desea participar en el concurso.
             Redactar otro documento donde explique cómo ha cambiado su vida (tanto física como psicológicamente) después de perder alguna parte de su cuerpo. Si la mutilación fue autoinfringida, especificar el motivo de manera más extensa que lo descrito detrás de la(s) fotografía(s).
             En caso de utilizar muletas, silla de ruedas o cualquier otro artículo para discapacitados, estos deberán ser fotografiados por separado (añadir  5 fotografías de los aparatos).
             Anexar en un sobre datos personales y Medidas antropométricas de adiposidad, como el índice de masa corporal (IMC), la razón cintura-cadera (RCC) y la circunferencia de cintura (CC).
            
ANEXO I

Categorías según el grado de mutilación del cuerpo:

 a) Mutilación de primer grado (pequeña o superficial). Una falange de cualquier dedo, oreja(s), nariz, ojo(s), algunos centímetros de músculo, seno(s), partes del cuero cabelludo, dientes, lengua.

 b) Mutilación de segundo grado (50% del miembro). Antebrazo(s), antepierna(s).

 c) Mutilación de tercer grado (miembros completos). Piernas, brazos.


Premiación:

             La premiación se llevará a cabo el día 30 de diciembre del año en curso, a las 19:00 horas, en el palacio Zwinger de Dresden.
             El jurado estará conformado por los integrantes del comité y la ganadora Miss Stump del año anterior (quien coronará a la siguiente ganadora), dos médicos profesionales especialistas en amputaciones, un psicoanalista , una entrenadora personal (con años de trayectoria satisfactoria en el medio del espectáculo) y tres fetichistas de muñones.
             Se harán tres premiaciones: primero, segundo y tercer lugar.

                1° Lugar:
             Será la portadora de la corona y del cetro Miss Stump por todo un año, hasta el día del concurso del siguiente año.
             $2,500,000.00 euros, pago efectuado en una sola exhibición.
             Ser socialité en todos los eventos programados, a los que deberá asistir con el acompañante elegido para la ocasión.
             Manutención por un año de la ganadora en una suite presidencial en uno de los mejores hoteles en Alemania por todo un año.
             Viajes por diversos países para realizar conferencias sobre las mutilaciones corporales.
             Viajes de placer con todo pagado a 10 destinos paradisíacos al rededor del mundo, a escoger.

                2° Lugar:
             $100,000.00 euros mensuales por todo un año.
             Realizar campañas publicitarias fotográficas y en video.
             Realizar los comerciales publicitarios de la marca Wagner©, artículos para discapacitados.
             Asistir a eventos sociales donde será la representante de Miss Stump.
             5 viajes de placer con todo pagado a diferentes destinos paradisíacos al rededor del mundo.

                3° Lugar:
             $50,000.00 euros mensuales por todo un año.
             Realización de campañas comerciales de la marca Wagner© en persona y en folletos.
             Asistir a eventos y plazas comerciales con el staff de Miss Stump.
             2 viajes de placer con todo pagado a dos destinos paradisíacos en el mundo.


Adverising spots
(Greguerías anómalas)

             Los organizadores de Miss Stump sabemos que no hay nada más bello que un muñón, resultado de una mutilación limpia y bien hecha.
             Atrévete a mostrarle al mundo tu extraordinaria belleza, otorgando placer visual.
             El cuerpo humano fue creado para ser contemplado, las modificaciones corporales enfatizan tu personalidad individual.
             ¡No lo pienses más, sabes que esa extremidad siempre te ha estorbado!
             Esos tres kilos que te impiden a llegar a tu peso ideal se encuentran en tu brazo ¿necesitas mas motivos?
             ¡Contamos con el mejor directorio de ferreterías de todas las ciudades en cualquier país!
             No seas como las demás, lo que verdaderamente te hace original no es la ropa o el maquillaje. Tampoco tu personalidad.
             Nunca dejes en manos de cualquier persona lo que deben hacer los profesionales, tu vida depende de ello.
             Ser autodidacta te dará la mayor satisfacción personal.
             Podrás preservar tus miembros amputados, no tienes que despedirte de ellos de por vida.
             Para la conservación, el formol es nuestro mejor amigo.

EXCEPCIONES:

             No se aceptarán a mujeres que hayan tenido mutilaciones internas (extirpaciones) de cualquier tipo de órgano no vital e incluso vital (se incluyen los abortos como mutilación interna).
             El principal motivo, es que se requiere de la participación física de la ganadora y de su presencia en diversos actos posteriores, sin encontrarse en estado de putrefacción.
             El segundo motivo es que este concurso está basado en la fisonomía visible, en el aspecto externo.
             No se aceptan personas con cambio de sexo (transexuales).

II

Historia del concurso

  Este concurso inició en 1942 y fue creado por el Doctor Erich Wagner y su esposa Amelia Earhart, en Buchenwald, Alemania. La pareja se conoció gracias a su afición por los cuerpos mutilados (gusto que nació en ellos desde jóvenes) precisamente en la operación para realizar la amputación de una antepierna, siendo el Doctor el futuro esposo y la paciente, Amelia. Fue el inicio de un idilio donde las heridas se atendían con peróxido de hidrógeno y se cubrían con gasas.

   La pareja luchó arduamente por la legalidad de las mutilaciones corporales sin razones médicas, infringidas a otros individuos o a sí mismos. Sus argumentos más fuertes aludían al suicidio, a la eutanasia, o la inmolación tanto como la autoinmolación. Sus razones más fuertes eran la libertad y autonomía individuales y el derecho a elegir sobre el propio cuerpo. Después de tres largas décadas de afrentosos debates, obtuvieron la aprobación por parte del gobierno y dieron inicio a las acciones correspondiente para dar vida a su proyecto.

  Amelia continúo permitiendo  a su esposo la realización de diversas mutilaciones en su cuerpo, con el único fin del placer para ambos. Era una mujer sumamente bella y cuyo brillo interior aumentaba cada vez más, conforme su cuerpo se unificaba en un solo muñón.

  El primer concurso de llevó acabo y con el llegó el momento de la principal premiación y no pudo haber salido mejor. La recepción, la audiencia, las participantes, los medios de comunicación... Fue un éxito total. Era un espectáculo impresionante: cuerpos mutilados por doquier, personas lisiadas y humanos cercenados, todo rodeado por una atmósfera de belleza y elegancia que confluían y creaban un ambiente por completo trasgresor y original que embriagaba a todos los concurrentes y los transportaba, a través de una extravagante atmósfera, a un paraíso idílico único.

   La ganadora fue una mujer de 23 años de edad, cuyo nombre fue oculto tiempo después, por respeto a Amelia. Después de algunas semanas, fue adoptada por el matrimonio. Amelia, en ese tiempo, ya era sólo un ángel sin extremidades, un torso con cabeza. Un par de meses después, estaba lista para la última mutilación posible. A ella, el cerebro no le interesaba tanto como el corazón. No le dolía el intelecto tanto como el alma. Tras una charla de lo más cordial con su aún esposo, llegaron a la conclusión de extirpar el corazón. La amputación se realizó en el quirófano donde se conocieron y que únicamente, después de aquel acontecimiento, había utilizado con su esposa.

   Escogieron su fecha de aniversario para realizar el último pacto de amor. Amelia se fue consciente de que el camino que había escogido acabaría con ella rápidamente, pero la tranquilizaba saber que a la siguiente le pasaría lo mismo. Él, a modo de pacto final, le otorgó la mitad de su propio corazón, que introdujo en el cuerpo de Amelia tras su muerte.

   El quirófano utilizado como templo para poner fin a su amor, precisamente donde éste comenzó, fue cerrado por largos años. Después de esto, se abrió de nuevo y se inauguró con la modalidad de pequeño museo, donde actualmente se exhiben los primeros instrumentos de mutilación utilizados en humanos.

   En los primeros años, el concurso tenía índole nacional. Era sorprendente la cantidad de solicitantes que enviaban sus documentos desde otros países, aún sabiendo que la convocatoria se limitaba a un sólo país. Debido a este motivo, el concurso adoptó un carácter mundial.
    El trabajo se volvió mucho más pesado y fue entonces cuando Erich hizo una convocatoria para formar un staff, que se encargara de realizar todo lo necesario para la continuidad efectiva del concurso. Amigos y seres queridos fueron los elegidos.

   Pasaron los años y Erich murió debido a un ataque cardíaco a sus 85 años de edad, otorgado placenteramente por su séptima esposa, mediante una felación. Su doctor afirmo que murió feliz y sus allegados lo corroboraron en el funeral, pues en el ataúd se podía observar una enorme sonrisa en su pálido rostro.

   Desde entonces, el staff  continúa la labor de Erich Wagner y Amelia Earhart. Decidieron obedecer la observación de Erich, como lo dejó por escrito, en su testamento. Entre otras cosas, redactó que habría muchos problemas para decidir sobre una sola persona que continuara a cargo de tomar las decisiones más importantes, y que quizá habría desacuerdos sobre quién lo haría. Por lo tanto, aconsejaba que el mando quedara a cargo de todos, de manera equitativa.

   Fue enterrado en el cementerio de Ohlsdorf, en Hamburgo, Alemania. Se puede leer en el epitafio de su tumba: “E. Wagner, sólo tu pudiste cercenar los clichés a la humanidad.”

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